Iguales ante la ley... pero ¿en la práctica?

Mientras el Líbano sufre cada vez más una plétora de crisis, su población se ahoga aún más en un mar de cargas financieras. En consecuencia, los derechos humanos fundamentales -a saber, el acceso al agua potable, la alimentación, la atención sanitaria, la educación y un empleo que garantice un nivel de vida básico- son expoliados por un Estado ineficaz, incapaz y poco dispuesto a rescatar su barco que se ahoga. Peor aún, las personas se enfrentan a impactos desproporcionados en función de varios factores, como la raza, el estatus de ciudadanía, los antecedentes socioeconómicos y el género, en los que se centra este artículo.

Según el artículo 7 de la Constitución libanesa, "todos los libaneses son iguales ante la ley". Sin embargo, la realidad dista mucho de ello, ya que las mujeres y las niñas están sometidas constantemente a leyes, costumbres y normas que las hacen desiguales a los hombres. Además, las poblaciones no libanesas, como los refugiados sirios y palestinos, junto con los trabajadores migrantes de diversas regiones de todo el mundo, sufren un trato y unas leyes discriminatorios, que les hacen retroceder mucho en la consecución de sus derechos básicos. Así, un enfoque interseccional afirma que las mujeres y las niñas que ya están en una situación de inferioridad por motivos de raza y/o nacionalidad son las más perjudicadas.  

Además, debido a la pobreza, la falta de concienciación y la solidez de las normas de género, paralizadas por desigualdades consagradas legalmente, muchas niñas menores de edad acaban casándose, normalmente por la fuerza. De hecho, un estudio de la ONU muestra que el 29% de las niñas sirias desplazadas en Líbano, con edades comprendidas entre los quince y los diecinueve años, se habían casado en 2018. Y, sin duda, la pandemia de COVID y la actual crisis económica no han ayudado. En la mayoría de los casos, estas chicas acaban haciendo malabarismos entre unas circunstancias físicas poco saludables y un inmenso trauma psicológico. Peor aún, el divorcio parece casi imposible. Human Rights Watch afirma que las quince leyes libanesas sobre el estatuto personal facilitan a los hombres la solicitud de divorcio. Sin embargo, discriminan legal y sistemáticamente a las mujeres, por no hablar de los grandes costes financieros y sociales que pagan en las sociedades patriarcales, como la vergüenza social. En consecuencia, las mujeres en matrimonios abusivos, en los que sus vidas y las de sus hijos corren peligro, se ven incapaces de buscar una realidad alternativa.

Además, según la bibliografía, cuanto más tiempo permanecen las niñas en la escuela, menos probabilidades tienen de casarse a una edad más temprana. De hecho, múltiples familiares y miembros de la comunidad han confirmado que esta estrategia es la más eficaz para prevenir el matrimonio infantil.

En 26 Letters, reconocemos las desigualdades de género y las políticas discriminatorias que lamentablemente sufren nuestros alumnos y sus familias. Por eso, nuestros currículos educativos y libros se formulan en torno a valores democráticos como la igualdad, la inclusividad y la representación de los individuos en toda su diversidad, lo que repercute directamente en la forma en que nuestros alumnos se perciben a sí mismos. Por ejemplo, para contrarrestar la narrativa patriarcal de que el principal objetivo de las niñas es convertirse en amas de casa, hacemos que nuestras alumnas sean conscientes de sus habilidades y talentos, y de cómo pueden emanciparse gracias a su potencial. 

Además, hemos dedicado un departamento de nuestra escuela a impartir formación práctica y profesional a las madres que forman parte de nuestra familia. Nuestra Escuela de Madres capacita a las madres con conocimientos sobre sus derechos básicos. Igualmente, les proporcionamos el apoyo práctico y los medios necesarios para acceder a sus derechos y a los servicios básicos dentro de las instituciones que se oponen a ellas. 

Uno de nuestros principales objetivos ha sido proporcionar productos para el periodo menstrual a todas las mujeres y niñas de 26 Letters para evitar poner en riesgo su salud e higiene. Para alcanzar nuestro objetivo, hemos colaborado con Wing Woman Lebanon, una organización benéfica que trabaja por el desarrollo de las condiciones socioeconómicas de las mujeres de comunidades vulnerables de Líbano. Cada uno de sus kits menstruales cuesta unos 20 dólares y es una solución sostenible a la pobreza menstrual. Incluye ocho compresas reutilizables, una pastilla de jabón y una bolsita. Por favor, ayúdenos a conseguir nuestro objetivo donando en la página de GoFundMe enlazada aquí

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