Mis inicios en le academia de árabe
Siempre me ha interesado aprender nuevos idiomas y culturas. Siempre quise aprender árabe levantino, pero nunca había tenido la oportunidad de hacerlo.
Mi marido es libanés y quería poder comunicarme con él en su lengua materna. Un día, mientras navegaba por internet, encontré una increíble ONG llamada 26 Letters. La organización se dedicaba a brindar educación a niños vulnerables en Líbano y ofrecían clases de árabe en línea para personas de todo el mundo.
Inmediatamente me intrigó y decidí pedir información sobre las clases. En cuestión de horas recibí respuestas a todas mis preguntas. Llené el formulario de solicitud en línea, pagué la matrícula y esperé ansiosamente el correo electrónico de confirmación.
A la mañana siguiente, recibí un correo electrónico de la ONG dándome la bienvenida al programa. El correo electrónico contenía toda la información que necesitaba para comenzar, incluido un horario de clases, una lista de materiales requeridos y las credenciales de inicio de sesión para la plataforma de aprendizaje en línea de la ONG.
Emocionada por comenzar mi viaje en el idioma árabe, inicié sesión rápidamente en la plataforma y comencé a explorar. La plataforma de Google era fácil de usar y navegar, y me impresionaron las lecciones en video de alta calidad y los ejercicios interactivos.
También conocí a mi tutor, Moussa, quien era un antiguo estudiante de Siria. Después de aprender inglés con 26 Letters, fue capacitado para ser profesor de árabe y ahora me ayudaba a aprender el idioma.
A medida que avanzaba en el curso, me sentía cada vez más segura de mis habilidades en árabe. Podía leer y escribir en árabe y mantener conversaciones simples con nativos, como hacer pedidos en restaurantes y charlar con taxistas en Beirut.
Un día, mi esposo, Walid, estaba celebrando su cumpleaños. Quería hacer algo especial para él, así que decidí planear una lección especial con Moussa para aprender a cantar "Feliz Cumpleaños" en árabe.
Moussa estuvo encantado de ayudar y trabajó conmigo para perfeccionar mi pronunciación e entonación. Juntos, practicamos la canción una y otra vez hasta que me sentí cómoda cantándola por mi cuenta.
El día del cumpleaños de Walid, lo sorprendí cantando "Feliz Cumpleaños" en árabe. Walid quedó encantado y conmovido. La familia de Walid también fue extremadamente alentadora.
Al final, me di cuenta de que mi decisión de inscribirme en clases de árabe con 26 Letters había llevado a mucho más que simplemente aprender un nuevo idioma. Me había permitido conectar con mi marido y con muchas otras personas. Al mismo tiempo, había abierto un mundo completamente nuevo de amistades gracias al increíble trabajo de 26 Letters.